Caracas, UCAB – Konrad Adenauer Stiftung, 2013, 417 p.
El estudio histórico de Agustín Moreno Molina sobre el siglo XX venezolano tiene dos vertientes: la política y la eclesiástica, que discurren a lo largo del libro y de las que se podría decir que la primera tiene sobre la segunda bastante influencia, pero en cambio se advierte poca influencia de la segunda sobre la primera. En efecto, los hechos políticos que se suceden enmarcan el quehacer de la Iglesia y motivan numerosas cartas pastorales y acciones de los diversos actores católicos, pastores, religiosos y laicos, que reaccionan ante la situación del país. En cambio se aprecia en el libro que la influencia de la Iglesia sobre los sucesivos gobiernos ha sido más bien escasa y desigual según el diverso tinte político: enfrentamiento con el primer gobierno de AD (1945-48), entendimiento distante con las dictaduras de Juan Vicente Gómez y Marcos Pérez Jiménez, colaboración intermitente con los gobiernos democráticos de López Contreras y Medina Angarita y con los que desfilaron entre 1958 y 1999.
El libro está muy bien apoyado en fuentes políticas y eclesiásticas que aparecen al final comentadas. Además de los conocidos personajes de la vida pública – presidentes, ministros, gobernadores, empresarios – el estudio hace relación de varios personajes eclesiásticos, muchos de ellos desconocidos por el público ajeno a la Iglesia, como son Mons. Rincón González, Mons. Navarro, Mons. Dubuc, Mons. Montesdeoca, Mons. Arias Blanco, Mons. Parra León. Los tres primeros cardenales venezolanos (Quintero, Lebrún y Velasco). La aparición de personajes locos o extraños, como el presbítero Castillo Méndez. La fundación de instituciones de relevancia para la educación católica, como la AVEC, la UCAB y el ITER. Los Congresos catequísticos, misioneros, de laicos y jóvenes; el Concilio Plenario de la Iglesia en Venezuela. Momentos de enfrentamiento ideológico y político, como el Decreto 321 y la Constituyente de 1947. Las visitas de Juan Pablo II en 1985 y 1996. La situación de los diversos grupos protestantes en Venezuela. Sucesos violentos, como la masacre de El Amparo o el Caracazo. La caída del presidente Pérez. La heroica vida de la Madre María de San José y su beatificación. La pequeña influencia de la teología de la liberación en nuestro país.
El estudio de Moreno Molina muestra la insistencia con que los obispos han denunciado la injusticia y la desigualdad de oportunidades, el drama de las cárceles, la corrupción rampante y los abusos por parte de los que tienen algún tipo de poder. Creo que se trata de una extensa panorámica muy bien documentada sobre los avatares de la Iglesia católica, que tuvo que renacer de sus cenizas después de la destrucción a la que la sometió Guzmán Blanco en el siglo XIX. El estudio no trata de ser exhaustivo, porque no presenta, por ejemplo, la figura de José Gregorio Hernández y su influencia en la piedad popular. Se aprecia el esfuerzo del autor por ser objetivo en sus juicios. El lenguaje es directo y expresivo, y el libro se lee con gusto. La bibliografía comentada al final muestra gran acopio de fuentes primarias y secundarias de gran importancia para el tema.
Febrero 2014