LOS NOMBRES QUE JAMÁS SERÁN PRONUNCIADOS
Alicia Huerta
Editorial Palabras de Agua, 2013, 490 p.
Encuentros y desencuentros, investigación policíaca, denuncia de organizaciones criminales… mucha imaginación y creatividad. La novela de Alicia Huerta se inicia en los años 60 con el secuestro de dos adolescentes, del cual se va a desprender una trama inesperada y dura, que se desarrolla en España e Inglaterra. Varios de los protagonistas cambian de nombres y casi de identidad por exigencias de una historia personal que prefieren ocultar.
Silvia, 14 años, hija de la portera de un edificio de lujo en Madrid, es secuestrada por dos delincuentes que buscan la llave de un apartamento que pertenece a una familia de dinero. Secuestran después a la hija, Beatriz, de 16 años y luego la matan cuando los padres tardan en pagar el rescate. Pero uno de los secuestradores se arrepiente y para que no lo mate su socio, huye a Inglaterra llevándose a Silvia. La historia se complica cuando Silvia – ahora convertida en Ana Díaz con pasaporte falsificado – se enamora de su secuestrador, con el que tiene a la niña Ana. El secuestrador se casa con una inglesa rica y secuestra entonces a su propia hija, porque su mujer ya no podía quedar en estado. Esta niña Ana será la protagonista de la segunda parte de la novela, después de encontrarse con su madre, convertida ya en una mujer de 20 años.
El tema se centra entonces en una agencia que vende niños recién nacidos a madres que no pueden tener hijos, simulando a veces la muerte de los bebés para facilitar los trámites. Silvia, luego su hija Ana, se empeñan en sacar a la luz historias de gente de la alta sociedad que no sabe cuáles son sus verdaderos padres. Van surgiendo situaciones engorrosas, personajes siniestros en ese comercio ilícito y a veces criminal. La autora hace gala de gran facilidad para entrelazar personas y situaciones, con un lenguaje excelente y diálogos muy acertados.
Abril 2014