Miami, Fla., Factual Editores, 2014, 545 p.
Centenares de documentos y decenas de entrevistas fueron necesarias para que el autor describiera lo que ha sido considerado uno de los gobiernos más corruptos del mundo. Lo habíamos oído de Mugabe en Zimbabwe o de Teodoro Obiang en Guinea Ecuatorial, pero no creíamos que algo así podía ocurrir en Venezuela. Los capítulos de este trabajo periodístico de 14 años refieren la penetración del narcoterrorismo, la connivencia y apoyo a las FARC, la corrupción escandalosa de los altos empleados públicos, sin escatimar nombres, acontecimientos, fechas e implicaciones para la estabilidad, la economía y el futuro de Venezuela.
Hay muchos nombres, sobre todo de militares, que aparecen como responsables de apoyar a los grupos terroristas internacionales: las Farc, Hezbolá, Hamas, de apoyarlos con armas y dólares. Entre ellos está Hugo Carvajal – estos días detenido en Aruba y luego soltado –, Rangel Vivas, Rodríguez Chacín, todos ellos hombres de confianza de Chávez y elevados por él a puestos de máxima responsabilidad en la DIM y en el ejército. Los materiales incautados a la muerte de Raúl Reyes, segundo de a bordo en las FARC, implican de lleno al gobierno venezolano.
La estrecha amistad antiimperialista entre Mahmud Ahmadineyad y Chávez, que llega al extremo de construir bases para misiles de largo alcance en Paraguaná con apoyo de Irán. Los esfuerzos de muchos congresistas norteamericanos por declarar a Venezuela país que apoya el terrorismo, la postura ambigua del presidente colombiano Juan Manuel Santos por motivos económicos, la tibia reacción internacional, que no acaba de creerse que en este país caribeño haya alguien capaz de amenazar la paz mundial, a pesar de la invasión cubana. El espionaje de todos sobre todos, los negocios petroleros que enriquecen sin medida a muchos boliburgueses en perjuicio de la nación. Son tantas y tantas las denuncias que acumula el libro, que es extraño cómo ha podido traspasar las fronteras y venderse en Caracas. Queda para la historia el recuento de tanto malandraje, de tanta infamia, de tanta corrupción.
Y desde luego la figura de Chávez queda referida como la de un delincuente de alto coturno que alcanzó la cúspide y desde allá sumió a Venezuela en la peor crisis de su historia republicana.
Julio 2014
