Barcelona, Planeta, 2015, 291 p.
Parece mentira que un joven novelista español, nacido en 1972, pueda recrear con tanta verosimilitud los terribles ambientes que vivieron los que sufrieron la segunda guerra mundial. No trata de reconstruir hechos militares o políticos, sino de expresar el impacto muy diferente que tuvo el nazismo en gente común como los tres amigos alemanes que trenzan la novela. Uno se convierte en nazi desbordado, miembro criminal de las SS; otro, que es el protagonista narrador de la historia, se apunta al ejército como voluntario por amor a su patria; el tercero es un pacifista que huye del conflicto y sufre consecuencias nefastas por ello. El protagonista, Franz, una vez enrolado en el ejército, se ve envuelto en situaciones cada vez más peligrosas, hasta sufrir el impacto de una mina terrestre, y va cambiando su visión sobre el absurdo de toda guerra; ve los destrozos físicos y morales, ve la desolación y va cayendo en la cuenta que en la historia humana existen seres como Hitler, capaces de llevar a todo un país a la ruina y de sembrar muertes sin cuento. Antes de estallar la guerra Franz se ha enamorado de Hildegard, la hermana del pacifista Helmuth, y en ella también ha surgido el amor a primera vista; este amor les ayudará a soportar las terribles calamidades que la guerra les inflige. Franz queda lisiado, sufre malos tratos en un campo de prisioneros, pasa toda clase de necesidades y sobre todo la incertidumbre de qué le puede haber ocurrido a su amada. El encuentro final entre ambos, después de pasar peligros y muerte de seres queridos, les compensa de todos los sufrimientos, aunque la alegría va a durar poco… Final tal vez un poco apresurado, pero romántico y poético en extremo.
Excelente novela, bien escrita, que muestra a un escritor de gran carrera presente y futura. Esta es su primera novela, que ha tenido gran éxito.
Zaragoza, agosto 2015