Barcelona, Planeta, 2010, 427 p.
Esta novela ganó el Premio Planeta 2010 y con razón. Presenta la situación española en la primavera de 1936 meses antes de que estalle la guerra civil. El ambiente es muy tenso, con los falangistas por las calles provocando al gobierno y la guardia civil y la seguridad nacional tratando de reprimirlos. Un inglés de nombre Anthony Whitelands, experto en pintura, llega a Madrid para autenticar un cuadro propiedad del duque de la Igualada, grande de España y muy amigo del que fue padre de José Antonio Primo de Rivera, marqués de Estella. Si el cuadro es una obra inédita de Velázquez puede valer millones, que se emplearían para comprar armas para la Falange, que planifica un golpe con dudosa ayuda de algunos generales del Ejército, que no están muy ganados para la idea.
La trama es original y más todavía porque se entrelaza con las aventuras de este inglés aparentemente ingenuo con varias mujeres que se cruzan en su camino: Paquita, la hija del duque, que está enamorada de José Antonio, aunque también le hace caso al inglés; Toñina, una adolescente prostituta que luego le salvará la vida; Lilí, la hermana de Paquita, que se enamora de Anthony, pero a quien éste respeta. Hay momentos en que la novela transita por los caminos de una novela de intriga, otros en que más parece una novela policíaca, con persecuciones y muertos. Anthony vive permanentemente amenazado, tanto de la policía como del ejército, así como de un espía ruso llamado Kolia. No se sabe cuál de ellos lo va a matar, pero se salva de todos en el último momento. Al final de la novela, la conversación suya con José Antonio es un poco inverosímil, porque revela gran profundidad de conocimientos sobre la situación española que hasta entonces no había mostrado.
El famoso cuadro, supuestamente de Velázquez, tiene un triste final un poco sacado de la manga, pero la novela se lee con gusto y revela un gran conocimiento de la pintura española del siglo de oro, especialmente del gran pintor sevillano.
Febrero 2016