Barcelona, Editorial Planeta, 2001, 438 p.
Se dice que la autora escribió esta novela en recuerdo de su hijo Fernando, muerto a los 21 años en un accidente. No lo creo. Y no lo creo porque el protagonista de la novela, Carlos Hondero, es desde pequeño un niño atravesado, enamoradizo de joven, pero que maltrata a las sucesivas novias que va teniendo. Lo dice en la primera frase con la que comienza la narración: “No voy a defenderme: soy culpable. He arrastrado mi culpa desde la infancia”. Carlos es enamoradizo. Primero está Lolita, hermana de Paco, compañero de clase, a quien Carlos ayuda porque es muy bruto. Lolita es el verdadero amor de Carlos, pero que no llega a cuajar por culpa de su malcriadez y orgullo exagerado, que le lleva a insultarla y a odiarla, aunque después reharán la amistad. Luego vienen Estrella, Paloma, Alicia, con la que termina por casarse, pero tampoco funciona el matrimonio por su culpa. Alicia es hija de don Alberto, presidente de un banco importante y Carlos, que es muy competente, tendrá toda la confianza de su suegro y llegará a ser director del banco. Otra mujer que aparece en su vida es Serena, una bella italiana, casada con un político importante, que le cautiva y se enamora de ella. Llega a casarse con ella cuando queda viudo de Alicia, pero tampoco funciona el matrimonio.
El contexto de la novela es la Barcelona del triunfo de la República en 1931 y luego la guerra y la postguerra. Con el triunfo de la República los catalanes separatistas se sienten felices, porque se reconoce su autonomía, pero luego el gobierno va descomponiéndose y se imponen en la calle grupos anárquicos que destruyen y queman conventos. La familia de Carlos es apenas su madre viuda y un “tío” Rodolfo, que es su amante. Estudia peritaje mercantil y es bueno revisando cuentas. Cuando estalla la guerra Carlos se inscribe en el ejército republicano para luego pasarse a los nacionales. Es herido y llevado a San Sebastián, donde convalece y pasa la mayor parte de la guerra. Luego regresa a Barcelona y comienza a trabajar en la banca.
Carlos pertenece a una familia humilde, de pocos recursos, al contrario que su amigo Paco, que es de la alta burguesía. Salisachs describe con tintes muy críticos a esta clase social, empezando por los burlescos apellidos que les inventa y los títulos: los Repecho, los Sobrado, los Calzado, los Hendidura, los Cabeza de Moro, los Cascote… Son gente infatuada, que miran a los demás de arriba abajo, con celos y envidias entre ellos. Gente snob, que quiere conservar airosamente las apariencias y no se preocupan por la marcha del mundo.
La novela ofrece permanentemente el cuestionamiento de lo que significa vivir. Todos buscan la felicidad, pero nadie la encuentra y es que la buscan centrados en sí mismos. Solamente Carlota, la pequeña que Carlos ha tenido con Alicia y que queda paralítica, da lecciones a su padre sobre el sentido de la vida centrado en Dios. Carlos no lo comprende, porque perdió la fe hace muchos años, ni tampoco las demás figuras de la novela, que centran su vida en las apariencias, en el sobresalir, en el complacerse a sí mismas. Así, convierten la vida en una enfermedad, como lo dice la frase inicial como especie de dedicatoria: “…un mal que nos roe por dentro, una gangrena que tal vez se llame vivir.”
La relación de Carlos con su amigo Paco se va deteriorando hasta convertirse en un antagonismo brutal. Paco, un tipo acomplejado y mala gente, le dice a Carlos verdades como puños sobre su soberbia y egoísmo, que Carlos no acepta; todo un tratado de psicología violenta.
El último agarradero de Carlos para que su vida tenga algún sentido es su hija Carlota, que quedó paralítica, pero aun éste último va debilitándose por la influencia de Serena, que indispone a la muchacha con su padre. La novela termina con el reconocimiento de Carlos de su culpa egoísta, de su incapacidad de haber hecho felices a los demás. Le acusan de haber matado a Serena, lo cual es falso, y un abogado excelente hace que le declaren inocente. Pero no le basta, sabe que la ha asesinado por desamor, por infidelidad, por desprecio, lo mismo que le ocurrió con Alicia. Pero la vida sigue y él logra rehacerse con la ayuda del padre Celestino, su mentor cuando era adolescente…
En Wikipedia Sopa de libros se resume así esta novela:
Premio Planeta 1975. La gangrena es la crónica de un drama individual (las humillaciones, la ambición, las experiencias amorosas del protagonista), dentro de la gran crónica de la historia del país desde la posguerra a los años setenta. La novela narra la vida de Carlos Hondero desde su niñez en los años de la Dictadura hasta la época actual en que ha acabado por convertirse en un hombre rico y poderoso. En el curso de este medio siglo, en dos líneas paralelas que a menudo se hacen convergentes, se va desarrollando de una parte la compleja historia personal del protagonista, sus humillaciones, su ambición, su vanidad, sus diferentes experiencias amorosas; de otra, la historia misma de España, reflejando en la ciudad de Barcelona, que constituye un importantísimo marco ambiental que a menudo influye decisivamente en la trayectoria intima de los personajes. De este modo, una narración tan ambiciosa, que abarca tan gran período de tiempo y mueve a cerca de doscientos personajes, es la crónica de un drama individual dentro de la gran crónica de la historia del país, de una ciudad y de sus más diversos ambientes sociales. Mercedes Salisachs ha sabido armonizar con un arte dúctil y profundo esta gran variedad de elementos narrativos para darles una vida propia que subyuga al lector, sin ningún género de dudas «La gangrena» es la mejor de sus novelas, la que evidencia una mayor madurez del talento literario de esta gran escritora.
Diciembre 2016