LA ROSA ESCONDIDA
Reyes Monforte
Madrid, Ediciones Planeta, 2009, 445 p.
Zehera, nombre ficticio de una joven bosnia que huye de la terrible guerra de los Balcanes (1992-1995) llega a España cargando un pasado terrible: su hermana querida muerta y ella con violaciones innumerables y maltratos psicológicos y físicos por parte de los serbios. El culpable principal, Sasa Ludonovic, es un serbio de 24 años que se ha convertido en un psicópata cruel y asesino, que se jacta de que pasará a la historia como un Stalin, Hitler o Pol Not, y aun los superará. Zehera ha sido una de sus víctimas preferidas y la ha dejado embarazada. Ella, que sólo tiene 19 años, logra huir junto con su novio Aleksandar gracias a la ayuda de su hermano menor Dino. Llegan a Villa de Alba (Salamanca), donde vive Zoran, primo de Aleksandar. Allí le ayuda una familia que tiene una panadería. La quieren mucho y parece que logrará rehacerse, sobre todo después de que da a luz a una niña, a quien pone por nombre Teresa Alina. Pero su novio y el primo se emborrachan con frecuencia y matan a una joven, cuya familia promete venganza. Zehera huye a Pazo de Riba, un pueblecito de Orense, donde viven Julia y su esposo Daniel, médico, que se dedican a ayudar a inmigrantes y personas en necesidad. Con ese matrimonio y sus hijos Sara y Bruno traba una relación tan afectiva que se convierte en miembro de la familia.
Pasa el tiempo, varios años. Parecería que todo iba a ir a mejor, pero Zehera decide regresar a su pueblo natal Visogrado para visitar a la familia que le quedó. Julia la acompaña los primeros días, pero luego regresa a España. Pero su familia es otra: padres secos e indiferentes y Dino cambiado en un abusador resentido. La encadenan en el sótano, la someten a vejaciones y abusos increíbles, en venganza por haberse escapado. Otro capítulo terrible para Zehera, que ha traído a su hija Teresa, que ya tiene 9 años. Sus abuelos la venden a un grupo mafioso que trafica con niños para sacarles los órganos o convertirlos en objeto sexual.
Julia enferma de cáncer cerebral y muere pronto no sin antes exigirle a Daniel que vaya a buscar a Zehera, de quien no saben nada hace meses. Daniel la rescata con ayuda de abogados y policía y la libera de este segundo calvario. Al final ambos se casan y se establecen en Argentina. En Buenos Aires la Interpol atrapa a Sasa Ludonovic, el criminal de guerra que había abusado tanto de Zehera.
Escenas terribles, descripciones detalladas de una violencia espantosa son comunes en esta novela, la más dura que he leído. No me podía imaginar que alguien, y menos una mujer, pudiera escribir así. Pero la novela tiene fundamento histórico: Zehera le contó a Reyes Monforte todo lo que le pasó, aunque me parecen improbables los abusos que sufrió de parte de su propia familia. La novela revela hasta qué abismos de maldad puede llegar el ser humano. Sabe también despertar emociones positivas, ternura, admiración por la generosidad de los que la acogieron, por la valentía y capacidad de aguante de esta mujer, así que la novela es el compendio de lo mejor y de lo peor que encierra esta especie humana tan difícil de conducir por caminos de respeto a los demás, de solidaridad y amor al prójimo. Ojalá sirva para reforzar en muchos el rechazo visceral a la guerra entre seres humanos. Ojalá.
Febrero 2018