LOS IMPOSIBLES, 5. Conversaciones al borde de un micrófono
Leonardo Padrón
Caracas, Planeta Venezolana, 2012, 529 p.
Aunque publicadas hace 7 años, estas entrevistas no han perdido actualidad. Primero, por la calidad de los entrevistados y segundo por el estilo literario de las presentaciones, una joya literaria. Vayan algunos ejemplos de ese estilo:
“Todo el que acerque el oído a esa zona del planeta llamada el Caribe, escuchará muchas cosas: el escándalo azul del mar, la fiesta que es el sol por estos lados, el paso embrujador de las mujeres, el tumbao de eso que llaman nuestra cosa latina, pero sobre todo, escuchará música, mucha música; gente viviendo pero también bailando, gente trabajando pero también cantando, gente amándose y desamándose en clave de congas, guaguancó y montuno”.
Hablando de María Conchita Alonso, la primera actriz venezolana en llegar a Hollywood, dice que es “la primera en hacer del escándalo y el desparpajo una marca de fábrica. Es uno de los más corrosivos símbolos de lo políticamente incorrecto”.
De Elba Escobar, que abandonó los estudios de física y matemáticas para convertirse en una versátil actriz, expresa lo siguiente: “Una artista exhaustiva. Una guerrera renacentista. Una risa en estado de gracia… Una artista que se reinventa a cada instante. Una mujer lúdica, una voz de naranja, un espíritu sibarita que pareciera oler a incienso y carcajada. Un libro abierto, según pregona. En definitiva, un ícono nacional”.
Y de Fernando Trueba: “Un ojo huidizo, un humor a prueba de balas, un hombre hecho de cine por los cuatro costados, eso es Fernando Trueba.”
Y del gran empresario Lorenzo Mendoza: “Su nombre rebota de distintas formas por las cuatro esquinas del país… Le tiene alergia al cenital de la fama, pero ha sido iluminado por la linterna del éxito.”
Y de Thalía, la famosa cantante: “En Ciudad de México nació una mujer que supo seducir a la fama desde la primera vez que ambas se miraron a los ojos… Dicen que su cintura es un país irreal y que su rostro es el comienzo del insomnio. Thalía parece haber sido diseñada para habitar la pupila de los fotógrafos y los titulares de la prensa.”
Y de Laureano Márquez, que ha sabido hacer del humor la crítica política que tanto teme el chavismo: “Es una gran sonrisa en nuestro catálogo y una voz crítica en nuestra conciencia. Ha construido una verdadera ética del humor en tiempos de crisis”.
Y alaba así a la gran actriz colombiana Amparo Grisales: “Hay mujeres que se asemejan ferozmente a una obra de arte. Mujeres cuya belleza se convierte en leyenda. Mujeres que nacieron para invadir y estacionarse en el imaginario de los hombres. En Colombia, notable territorio de lo femenino, se habla desde hace décadas de una silueta que genera alta turbulencia, una estampa felina, una mujer considerada metáfora rotunda de la seducción.”
Maite Delgado, reconocida animadora de la televisión venezolana, recibe estos piropos: “Es rubia como la fantasía de muchos. Tiene la voz como el ronroneo de un felino. La belleza se estacionó en su rostro para siempre. Ella en sí parece una noche de gala. La elegancia es su mejor amiga”.
Alberto Barrera Tyszka escribió la primera biografía documentada de Hugo Chávez, que nada le gustó al dictador. La escribió a dos manos con su esposa, la periodista Cristina Marcano. “En definitiva, lo suyo con la escritura es un maridaje sin pausa. Posee un estilo sin confusión posible. Una cadencia. Una voz singular. Un notorio equipaje de palabras. Una obra que lo hace imposible de ser ignorado”.
Y así podríamos seguir con los restantes personajes con los que mantuvo una conversación al borde del micrófono. Son artistas, periodistas, escritores, presentadores muy conocidos en los ambientes latinoamericanos. Leonardo Padrón, también muy reconocido en esos ambientes, nos introdujo en ellos a los que somos ajenos a ese mundo tan vivencial.
El esquema de las entrevistas es el mismo en todas las conversaciones: recuerdos de infancia, razones de su fama, cómo se sienten en el mundo de lo público, qué les dice la soledad, el complicado mundo de los amores, algo de lo que tengan que arrepentirse, la ciudad que más les gusta. Lorenzo Mendoza, el gran empresario, es un hombre muy religioso; Alberto Barrera Tyszka, que fue novicio jesuita, es ahora un hombre totalmente agnóstico. Sorpresas te da la vida.
Noviembre 2019