BESOS DE ARENA
Reyes Monforte
Madrid, Ediciones Planeta, 2013, 414 p.
Las dos novelas que he leído de Reyes Monforte: Un burka por amor y Amor cruel, presentan historias terribles, basadas en hechos reales, que muestran hasta dónde puede llegar la crueldad humana más despiadada. Esta novela no se aleja de ese contexto. Laia es una niña saharaui de 12 años que ha sido acogida por una familia de un pueblo de Huesca y ha empezado una nueva vida. Llegó con anemia severa, asma, diarrea crónica y afecciones en la piel. Sus padres de acogida, Sandro y Leticia, que no tienen hijos, la llenan de afecto. Laia es muy lista y aprende todo rápidamente. Carlos, el vecino, pasó mucho tiempo en el Sahara español y es un gran contador de historias. Su hijo Julio no tiene ojos sino para Laia y ella para él. Un amor total, pleno, perdurable, sensible y romántico. A los 18 años Laia quiere estudiar medicina en Madrid y vivir con Julio, que se ha hecho piloto comercial. Pero hay un secreto que Laia no ha desvelado a su familia española y que tiene que ver con su origen en Djala, el campamento saharaui donde nació. Y ahora ese pasado ha vuelto para hacerse ominosamente presente.
Se trata de su supuesta familia saharaui, que viene para reclamarla con la excusa de que su madre se está muriendo, pero Laia sabe que es mentira, que la quieren devolver a su pasada esclavitud de niña. Esa amenaza estará latente a lo largo de la novela, pues la van siguiendo, saben lo que hace, a dónde viaja y se dirige y están a punto de matarla. Los que sí mueren en accidente de carretera son Leticia y Sandro, sus pedres adoptivos, y eso causa en Laia un sufrimiento tan hondo que su corazón está a punto de sufrir un infarto y tiene que ser internada.
Germán, el vendedor de antigüedades en el centro de Madrid, es otro personaje interesante que aparece en la novela. Laia visita su tienda y sintoniza inmediatamente con él. Pero lo más inesperado ocurre cuando lleva a su suegro Carlos a visitar la tienda y Germán y Carlos se reconocen como grandes amigos cuarenta años después de haberse separado. Compartieron sus vidas jóvenes en el Sahara español y los recuerdos brotan como torrentes indetenibles. Carlos se enamoró de Maima y ella de él, pero la guerra los separó violentamente.
Los antiguos esclavizadores de Laia consiguen secuestrarla y la llevan de regreso a Djalma. Laia siente que se muere, no tanto por los trabajos que le obligan a hacer, sino
por la separación de Julio. Intenta huir por el desierto, pero la recobran. Por su parte Julio hace lo imposible por averiguar qué pasó con su amada. Contrata a una excelente abogada, Mayka, que denuncia el secuestro a los gobiernos de la zona, después de emprender en España una campaña de denuncia por todos los medios de comunicación.
Y ya estamos metidos en una novela policíaca, en la que Reyes Montero exhibe sus conocimientos históricos sobre el Sahara Occidental, el Frente Polisario, los esfuerzos de Argelia por apoderarse de la zona y tener salida al Atlántico, la invasión de Marruecos y de Mauritania… Las dos décadas de 1970 y 80 quedan bien descritas en las tensas conversaciones entre los que se disponen a rescatar a Laia.
Es también admirable el conocimiento que despliega de la cultura saharaui, de sus vestidos, de sus comidas, de sus fiestas, de sus costumbres, de su cultura familiar. Todo aparece en esta novela, todo lo ve y lo siente el lector como si estuviera presente.
El desierto y la arena cobran la importancia de personajes especiales, que todo lo enmarcan, lo condicionan. La novela termina bien, con el doble encuentro de los enamorados de hace 35 años, Carlos y Maima, y el reencuentro de los enamorados del presente y del futuro, Julio y Laia.
Novela, en fin, que pertenece al género romántico, al policial, al costumbrista. Reyes Monforte crea personajes que se introducen en la mente y en el corazón del lector. Estilo muy agradable, muy original, que hace que el lector pase las páginas sin darse cuenta.
Febrero 2021.