AÑOS DE SEQUÍA
Jane Harper
Barcelona, Ediciones Salamandra, 2017, 364 p.
Gran novela, que sabe mantener la atención a pesar de los giros que da la trama. ¿Quién asesinó a la familia Hadler? ¿Qué le pasó a Ellie para que apareciera ahogada cuando tenía 16 años? En el pueblo de Wiewarra, del sur australiano, todos sospechan que Aaron Falk, su compañero de clase, tuvo que ver con la muerte de Ellie, y más cuando su padre y él se fueron del pueblo precipitadamente para establecerse en Melbourne. Aaron regresa ya convertido en policía de finanzas, y debe enfrentar una hostilidad casi generalizada. Ha regresado para ayudar informalmente a Raco, el policía criminal establecido en el pueblo, pero la autoría del crimen se complica cada día más. Ellos dos sospechan de antiguos compañeros de Ellie, pero en el bolsillo de la ahogada había un papelito con el apellido Falk, y Aaron no sabe por qué. El terrible calor del desierto, dos años sin lluvia, la pérdida de cosechas y ganado alimentan la frustración de los granjeros, el consumo de alcohol y la violencia. A eso se añade el ambiente muy hostil contra Falk, que tiene que enfrentar a pesar del temor que siente. No todos le miran mal: Gretchen, antigua compañera y amiga de él y de los difuntos Ellie y Luke, le apoya y parecería que quiere conquistarlo.
Pero Aaron ha venido para investigar la terrible muerte de Luke, su mejor compañero de curso y amigo, que parece haberse suicidado después de matar a Karen, su bella esposa y a Billy, el hijo de 7 años. ¿Es eso realmente lo que ocurrió? ¿O los tres fueron asesinados?
La autora va mezclando alternativamente dos épocas en la narración: cuando los cuatro amigos (Aaron, Luke, Ellie y Gretchen) eran adolescentes y amigos en la escuela y ahora que todo está oscuro y sólo quedan Aaron y Gretchen, que siguen sin explicarse qué pasó en realidad. Muy hábilmente va asomando al lector al mundo interior de los adolescentes y su entorno, como una forma de entender lo que va a pasar después. Uno de los personajes más siniestros es Mal Deacon, padre de la difunta Ellie, hombre violento con todos y especialmente con Aaron, a quien culpa de la muerte de su hija. Ya está un poco tocado de la cabeza, pero su sobrino Grant le supera en agresividad.
Todos sospechamos que estos dos son los “malos” de la película, pero la autora nos va a sorprender enormemente con el descubrimiento del asesino por parte de Raco y Falk. Es del que menos aparecen indicios: no lo cuento aquí para que el futuro lector lo vaya descubriendo asombrado.
Jane Harper sabe escribir muy bien, acierta en ubicar a los personajes en un ambiente de enorme dureza climatológica que encaja muy bien en la dureza de la acción. Un guion cinematográfico sobre la novela sería bienvenido.
Abril 2018
