CABALLO DE BATALLA
Michael Morpurgo
Barcelona, Editorial Noguer, 2011, 188 p.
Muy original es la idea del autor de poner a un caballo a relatar sus memorias. El potro comienza a describir el mundo que le rodea desde que tiene apenas seis meses: sus amos, la yegua vieja que parece su abuela, el establo, el muy diferente trato que le dan los seres humanos. El animal pertenece a un granjero de Devon y es su hijo Albert el que establece una relación de amistad inolvidable con Joey, nombre que le pone al potro. El padre tiene que vender al potro para pagar una hipoteca, para gran desconsuelo del chico, y con ese motivo el joven caballo entra en el ejército para transporte de materiales y tropa, puesto que ya ha estallado la primera guerra mundial. Joey se hace gran amigo de Topthorn, un hermoso caballo de gran fuerza y prestancia, que entusiasma a todos. Cruzan el mar y pasan a Francia, donde se desarrollan diversas batallas hasta que ambos caballos son capturados por el ejército alemán. Emilie, una niña alemana, se enamora de Joey lo mismo que Albert un año antes, pero también la guerra la separa de él.
La historia novelada le sirve al autor para hacer una crítica de la insensatez que significa la guerra, poniendo la crítica en boca de Friedrich, un carnicero alemán que se hace amigo de Joey: “Os lo dije, amigos míos. Os digo que soy el único hombre cuerdo del regimiento. Son los demás los que están locos, pero no lo saben. Libran una guerra y no saben para qué. ¿Acaso no es eso una locura? ¿Cómo puede un hombre matar a otro sin saber por qué motivo lo hace, exceptuando que el otro viste un uniforme de un color distinto y habla un idioma diferente?”.
Joey se vuelve a encontrar con Albert después de haberlas pasado canutas y haberse herido en una alambrada. Para los dos es una alegría infinita. Más adelante el caballo enferma gravemente de tétanos, pero le salvan el amor y el cuidado de su amo. Por fin termina la guerra, pero los caballos no pueden abandonar Francia, porque van a ser subastados, algo terrible para Albert y los compañeros como el sargento Rayo. Para la subasta de Joey han reunido los soldados todo lo que tienen, pero un carnicero de Cambrai puja más que ellos. Entonces aparece el abuelo de Emilie, que está dispuesto a comprarlo por el precio más elevado que sea. Lo compra en recuerdo de Emilie, que había muerto hacía poco y le había prometido pujar por el caballo si lo encontraba, y luego lo regala a Albert (se lo vende por un penique).
Pablo C. Reyna concluye así su reseña de la novela:
Caballo de batalla es una novela tierna contada desde el punto de vista de un caballo, pero a diferencia de lo que ocurre en otras historias narradas por animales, la de Michael Morpurgo no cae en la típica humanización. Conocemos lo que ve Joey a través de sus palabras, pero su voz no engaña. Es un caballo de principio a fin, sin trucos, y por eso la trama resulta tan creíble. Caballo de batalla, que llegará a los cines en el próximo mes de diciembre, es un relato bonito con un final capaz de hacernos cocear hasta la última página. Relincharéis al terminar, palabra.
Mayo 2018