BANDERAS DEL REY
Ángel Rafael Lombardi Boscán
Maracaibo, Universidad Católica Cecilio Acosta – Universidad del Zulia, 2006, 348 p.
La historia la escriben los vencedores. A los vencidos se les aparta y se les ignora. Eso es lo que ha ocurrido con la historia de la independencia de América, en la que figuras como la del Libertador Simón Bolívar son glorificadas hasta casi darles culto. Algunos historiadores que se atreven a presentar la figura de Bolívar con sus defectos y debilidades son denostados como poco patriotas. Son raros los historiadores que se atreven a enfrentar ese enfoque incensatorio de los vencedores e indagar en la historia de los vencidos. Lo hacen con un fuerte deseo de aproximarse a la objetividad, que ya sabemos es muy difícil si no imposible de lograr. Esta obra, escrita por el doctor Lombardi Boscán, indaga en las figuras de los realistas, que así se llamaban los que defendían al rey Fernando VII y querían mantener los territorios americanos sujetos a la corona de España. Fuera de unos pocos – Monteverde, Boves, Morillo – los demás son desconocidos de los venezolanos y de la cultura común. Lombardi indagó, rebuscó en archivos españoles y halló documentos inéditos, que pintan los borrascosos tiempos de la independencia venezolana (1810/1823) desde la óptica de los vencidos.
El autor presenta, ya en la introducción, las intenciones y alcances de su trabajo:
“El venezolano de hoy primero tiene que reconocerse en lo indígena, luego en lo español y negro africano, y ya por último, asumiendo la riqueza de tantas herencias, en lo que es. Evitar la amputación del pasado a través del olvido y la deformación de la memoria y el recuerdo es la gran tarea del historiador en nuestro medio (…) La Independencia como tema ha sido exaltada románticamente como un período luminoso donde nació la libertad y acabó la tiranía. Su estudio se ha realizado a través de héroes y antihéroes; con un excesivo formalismo en el discurso no exento de superficialidad a la hora de presentar los bandos enfrentados; es decir, el recurso simplista y maniqueo de dividir y explicar la historia entre buenos y malos. Cuando en realidad fue un proceso de lo más complejo, todavía hoy sujeto a las más variadas interpretaciones: guerra social conflicto de castas, guerra civil, guerra interprovincial, guerra internacional, conflicto intercolonial… Para los llamados patriotas venezolanos fue una guerra de liberación contra un régimen ya obsoleto históricamente, mientras que para las autoridades realistas significó tener que enfrentarse a una sublevación por parte de unos súbditos rebeldes a los que había que someter y castigar” (p. 2)
Son muchos los temas entrelazados que Lombardi maneja en su estudio y que influyeron en la independencia americana:
1) La participación de los diversos sectores sociales en la guerra: criollos, españoles, indios, pardos, negros y mulatos, que estuvo sujeta a los propios intereses y expectativas y que en algunos casos cambió de bando. Hay que decir que la estructura económica y social no cambió con la independencia: los criollos vencedores siguieron manteniendo la esclavitud durante dos décadas hasta la llegada de los Monagas, y la separación de clases continuó vigente, así como el desprecio por la gente de color. La muerte en la guerra de 200.000 habitantes sobre un total cercano al millón, causó el derrumbe de la economía agrícola y convirtió a Venezuela en un país muy pobre hasta la llegada del petróleo.
2) Hasta la llegada del general Pablo Morillo en 1815 a Tierra Firme y aun después, la guerra fue sobre todo una guerra civil. El asturiano realista Boves se apoyó sobre todo en la gente humilde y de color, estimulando con crueldad la venganza de los pobres y esclavos contra los hacendados. Este grupo social fue luego patriota, luchando por la independencia con Páez como caudillo supremo.
3) La influencia de los sucesos revolucionarios de esos años en varias partes del mundo: revolución francesa, independencia de los Estados Unidos, independencia de Haití, con Alexandre Pétion simpatizante y colaborador de la causa venezolana. Las ideas de la Ilustración y las gestas independentistas influyeron en Miranda, Bolívar, Roscio y otros intelectuales de la emancipación.
4) La crisis española de 1808, como consecuencia de la invasión napoleónica y la abdicación del rey en Bayona, y la posterior subida al poder de un régimen liberal antimonárquico, que duró muy poco, distrajeron y debilitaron el dominio español sobre América. A esto se añade la debilidad de la armada española como consecuencia de la enorme derrota en Trafalgar en 1805, que al ser tan escasa en barcos no podía reprimir a los numerosos corsarios ingleses y holandeses que camparon por sus respetos en las costas de Tierra Firme y las islas del Caribe.
5) La ambigua posición de Inglaterra, supuestamente aliada de España contra Napoleón, pero que quería sustituirla en las colonias americanas y favorecía con armas y soldados las aspiraciones de independencia. Inglaterra apoyó con armas y soldados (la Legión Británica) a los patriotas, estimulada por Luis López Méndez, delegado de Bolívar en Londres.
6) Aparecen actores sociales realistas en su mayoría desconocidos y en buena parte demonizados por el gran público: Emparan, Monteverde, José Domingo Díaz, Cevallos, Miyares, Cortabarría, Morales, Boves, Cajigal, Morillo. La Torre. El autor los trata poniéndose en su pellejo, sin ahorrar juicios negativos cuando los actores los merecen.
No hay duda de que la guerra fue cruel. La violencia desatada de lado y lado, ajusticiando a cuanto prisionero caía en sus manos, decretando la guerra a muerte al sospechoso de simpatizar con el bando contrario, dejó sin duda secuelas en el alma colectiva. Por eso, la conclusión del autor es magnánima: “La óptica o visión realista de la Independencia de Venezuela es francamente opuesta a la elaborada por los vencedores. Y si nos remitimos a los documentos elaborados bajo la pasión y la locura de la guerra, no nos queda sino considerar que ésta se hizo bajo un odio implacable que sólo podía resolverse con el exterminio de uno de los dos bandos enfrentados, como en realidad sucedió. Es por ello que nos parece importante empezar a reconciliarnos con buena parte de nuestra historia hasta ahora suprimida, adulterada y manipulada”. (p. 339)
Obra original, distinta de lo común, cuestionadora de los enfoques tradicionales, que atrapa a los que nos gusta la historia.
Mayo 2019
