ALGO EN LO QUE CREER
Nickolas Butler
Barcelona, Libros del Asteroide, 2020, 342 p.
En su idioma original inglés la novela se titula Little Faith, Poca fe. El traductor la llamó Algo en lo que creer. ¿De qué fe se trata? De la fe religiosa y de la fe humana, ambas combinadas desigualmente en los personajes de esta preciosa novela. El abuelo Lyle y su esposa Peg perdieron su hijo de nueve meses en los primeros años de matrimonio y ella no pudo volver a tener otro hijo. Eso les marcó para siempre. Al abuelo lo hizo ateo, en constante reclamo a Dios los primeros años después de la pérdida y luego, indiferente. Pocos años después adoptaron una niña recién nacida, Shiloh, que va a convertirse en una adolescente enfrentada a sus padres, caprichosa a pesar del cariño que siempre le dan, que huye de ellos estudiando en la universidad y lleva una vida muy cuestionable; tiene un hijo, no se sabe con quién, pero regresa a su casa cuando el niño, Isaac, tiene ya cinco años. Los primeros capítulos de la novela describen la relación del abuelo con el nieto, que es de antología: no pueden vivir el uno sin el otro, el abuelo es todo para Isaac: padre, madre, cuidador, entretenimiento permanente. Y el nieto es todo para el abuelo.
Pero la cosa cambia cuando Shiloh se convierte a una secta religiosa fanática, en la que están convencidos de que Isaac tiene poderes curativos. Es que Shiloh se ha enamorado del fundador de la secta, Steven, que tiene un poder oratorio y de convocatoria muy grandes. La madre mete al niño en el coro de la iglesia, le lleva a las celebraciones todos los domingos y le va separando de sus abuelos, sobre todo de Lyle, el abuelo, porque éste duda de los poderes sanatorios del niño y critica los sermones del pastor. Shiloh se va a vivir con el pastor con el que promete casarse y prohíbe las visitas del abuelo. Pero la comunidad va disminuyendo en número, porque se va sabiendo de la doble vida de Steven en otros lugares antes de llegar a Redford, incluso de que ha dejado embarazada a una de sus feligresas. Shiloh lo defiende fanática y agresivamente. Y cuando el niño cae enfermo y le detectan diabetes, no permite que lo lleven al hospital porque las enfermedades, según la secta, se curan con oraciones. Desesperado, el abuelo irrumpe en una reunión de oración alrededor de la cama del niño y destroza de un puñetazo la mandíbula del pastor. Shiloh queda en shock, y al día siguiente el pastor abandona el pueblo.
El autor dice que se inspiró en un hecho que le sacudió fuertemente. Lo cuenta como separata de la novela: “La muerte de Madeline Kara Neumann sacudió a la sociedad estadounidense recién iniciada la primavera del 2008. El 23 de marzo, la pequeña, de 11 años, murió en el pequeño pueblo de Weston víctima
de una diabetes sin diagnosticar y de la decisión de sus padres de prescindir de cualquier tratamiento médico, y de curarla mediante la oración. Los dos eran pentecostalistas y creían en la sanación por medio de la fe. «Se estima que cientos de niños, si no miles, mueren cada año en Estados Unidos a causa de enfermedades tratables, debido a que sus padres o tutores legales optan por rezar por ellos en lugar de recurrir a la medicina o la ciencia».
Hay otros personajes interesantes en el relato, como el pastor Charlie, con el que Lyle tiene conversaciones sobre la fe. Hoot es otro amigo borracho y fumador, de gran corazón, a quien Lyle ayuda todo lo que puede, especialmente cuando le diagnostican cáncer. Lyle va buscando sentido a su vida de jubilado y se hace muchas preguntas acerca del sentido de la existencia, cómo es que aparecen embaucadores como Steven, por qué su hija Shiloh, a quien nunca ha dejado de querer, le devuelve rechazo por afecto. En el fondo son preguntas que se dirigen a Dios, planteándole por qué existe el mal tan cercano al bien, en un mundo que podría ser muy hermoso si el mal que hacen los hombres no existiera. Una pregunta eterna mientras haya hombres sobre la tierra.
La bella naturaleza del Medio Oeste americano, las enormes diferencias entre el frígido invierno y el corto y cálido verano, sirven de telón de fondo para la acción de la novela, que queda sin desenlace, porque no se sabe si Isaac morirá o se recuperará físicamente, si la ingrata y perturbada Shiloh cambiará y volverá al seno familiar…
Octubre 2020.