LA CIUDAD DE LA LUZ
Lauren Belfer
Barcelona, Editorial Diagonal / Grup 62, 2002, 718 p.
La ciudad de la luz es Buffalo, a orillas del lago Erie y en la frontera con Canadá. Son los primeros años del siglo XX y las cataratas del Niágara comienzan a ser utilizadas para la generación de energía eléctrica. Louisa Barrett es la joven directora de la escuela Macaulay, una institución moderna para niñas, a las que enseña a desarrollarse como personas creativas e independientes. Los magnates de la ciudad, industriales y antiguos terratenientes, forman parte del consejo de la escuela y están orgullosos de los logros de la nueva directora. Una de las alumnas, Grace, una niña de 9 años bella y despierta, afirma que no quiere seguir viviendo. Ha perdido a su mamá y Miss Louisa Barrett, que es su madrina, se asusta al conocer esta declaración. El deseo de ayudar a la niña llevará a Louisa a descubrimientos inesperados en la vida de mucha gente de la ciudad, y en las relaciones entre ellos, y la irá adentrando en situaciones complicadas para las que no está preparada. El lector será llevado insensiblemente a descubrimientos sensacionales que datan de la juventud de Louisa y que arrojan nueva luz sobre los protagonistas y sus reacciones tal como se narran en esta interesante novela. Uno de los personajes de más interés es Mary Talbert, una señora de buena posición económica pero de color, lo cual la mantiene apartada de la sociedad. Ella llega a convertirse en la mejor amiga de Louisa.
El ingeniero director de la empresa hidroeléctrica es el padre de Grace, inmigrante irlandés católico que ha logrado hacer fortuna, pero que no es bien visto por la conservadora sociedad citadina. Hay tensiones grandes entre un duro grupo conservacionista, que considera la construcción de las turbinas como una profanación de la obra natural de Dios, y la empresa hidroeléctrica. Dos ingenieros caen en las aguas, no se sabe si fue suicidio o asesinato. Los magnates de la ciudad tampoco quieren a Tom Sinclair, el ingeniero y padre de Grace, quien busca apoyo en Louisa y hasta le propone matrimonio.
Con todos estos ingredientes la novela se mantiene en un terreno intermedio entre la acción y la psicología intimista de la protagonista. No es una novela de amor, tampoco de acción, ni siquiera de denuncia social y antirracista, sino una mezcla equilibrada de todos esos hilos narrativos. El desenlace se va preparando lentamente, desde que se descubre la verdadera relación entre Grace y Louisa, y sin embargo es totalmente inesperado. En ello reside una de las virtudes de la escritora, quien no parece tener intención de sorprender al lector y sin embargo lo hace.
Lauren Belfer ama la ciudad de Buffalo, recrea su historia de hace un siglo, su importancia nacional en aquellos tiempos en que dio un Presidente a la nación y era visitada por ellos. Presenta a la alta sociedad citadina, sus fiestas, sus costumbres, sus emulaciones y envidias, su racismo, sus sueños de grandeza. Describe el paisaje de la ciudad, el río, las islas, las cataratas. Es su primera novela y ha tardado seis años en escribirla, porque lo ha hecho con dedicación y gusto. Esto se refleja en el estilo narrativo, natural, sin alardes, que sumerge insensiblemente al lector en una trama interesante y bien hilvanada.
Junio 2005
