CAROLINA SE ENAMORA
Federico Moccia
Barcelona, Planeta, 2011, 538 p.
Carolina es una adolescente que aún no ha cumplido 14 años, pero que piensa y se comporta como si tuviera 3 o 4 años más. Es muy bonita y llama la atención de muchos chicos, compañeros de clase algunos y otros en encuentros ocasionales. Es muy enamoradiza y va avanzando en experiencias sensuales con algunos muchachos, pero luego los deja por motivos fútiles. De quien se enamora perdidamente es de Massimiliano, cinco años mayor, pero le roban el móvil donde tenía su teléfono y no puede contactarlo durante largos meses, aunque después vuelven a encontrarse en una fiesta y ella ya sólo vive y sueña para él. Pero su mejor amiga, Alis, se va cruzar en esa relación y eso llevará al hundimiento total de Caro.
Las relaciones familiares – excelentes con la madre y con su hermano mayor, pésimas con su padre y con la hermana mayor, Alessandra – están muy bien narradas desde el punto de vista de una chica adolescente. A los abuelos maternos los adora y pasa con ellos muy buenos ratos, hasta que muere el abuelo y su desconsuelo es grande. Con sus dos grandes amigas – Alis y Clod – intercambia mensajes, se invitan a todo, “estudian” juntas, salen sin permiso… todo lo típico de una adolescente. Con otros compañeros de clase su relación es buena y algunos le atraen por un corto tiempo. Su vida es alegre, desenvuelta, llena de fiestas, impregnada de las canciones de moda, sin ninguna preocupación, sólo centrada en sí misma y en la búsqueda de ese gran amor, Massi, al que encuentra por fin inesperadamente.
La novela ha tenido un éxito fulgurante entre la gente joven, porque retrata muy bien ese mundo adolescente despreocupado y lleno de ilusiones, en búsqueda de experiencias y de aventuras que pueden tener peligro, pero que se emprenden de todos modos sin pensar que algo malo pueda ocurrir. Los malentendidos con algunos familiares, las pequeñas mentiras, los cambios de humor, las explosiones de alegría o de lágrimas, los regalitos para sorprender, las excursiones improvisadas… todo ese mundo de una juventud italiana sin problemas económicos, que refleja muy bien la superficialidad de una sociedad europea ahora en apuros. Los diálogos son rápidos y muy bien llevados, las situaciones sentimentales contagian afecto. Moccia sabe prodigarlas y la novela se lee con gusto. Pronto estará en pantalla.
Julio 2012