LOS PECADOS CARDINALES
Andrew M. Greeley
Barcelona, Ediciones Martínez Roca, 2ª ed. 1981, 352 p.
Andrew M. Greeley fue un sacerdote de ascendencia irlandesa, nacido en Oak Park, Illinois en 1928. Fue diocesano de la diócesis de Chicago, donde trabajó al principio de su ministerio en los barrios más pobres; después se hizo famoso en los 80 del siglo pasado por sus duras críticas al establishment eclesiástico tanto norteamericano como vaticano, vertidas en libros y novelas. Era sociólogo y periodista de fama con artículos buscados con interés. Falleció recientemente (29/05/2013).
En la novela Los pecados cardinales aparecen dos seminaristas muy amigos, Kevin Brennan, en el que se ve un claro reflejo del autor, y Patrick Donahue, joven, guapo y ambicioso, que atrae a todas las mujeres. Con Maureen Cunningham (Mo) tiene Pat una relación amorosa que atravesará toda su vida, aun después de ordenarse y ser promovido a obispo y luego arzobispo de Chicago. Kevin por su parte está enamorado de Ellen Foley, pero él sí sabe estimar más la vocación que el atractivo de la muchacha, aunque su relación con ella pase por momentos de ambigüedad. Kevin es apartado de la parroquia en la que trabajaba por el cardenal O’Neill, que no lo puede ver por su investigación de los excesos que comete: borracho consumado, que deja robar a una mafia de amigos y parientes, con una mujer, etc. La pintura del cardenal es terrible y Greeley fue acusado de querer retratar con ella al cardenal de su diócesis, cosa que él negó enfáticamente. Kevin es apartado de la parroquia, pero él se siente a gusto como investigador en la universidad.
Además de la lujuria y la avaricia, está retratada la ambición, a la que también sucumbe Pat, a pesar de las recomendaciones de Kevin. Estudia en Roma, cae bien a los eclesiásticos italianos y es lógico que lo promuevan a pesar de su juventud. Llega a ser el arzobispo más joven y popular de los Estados Unidos, pero cuando intenta controlar a Kevin, presionado por los enemigos de éste, Kevin se le alza en una escena terrible en la que le amenaza con publicar todas sus aventuras amorosas, incluyendo a Patsy, la hija que tuvo hace 11 años con una de sus conquistas.
Kevin tiene enemigos fuertes, como los tuvo Greeley. ¿De dónde proceden? De los ambiciosos en Chicago y en Roma, que temen que los artículos de Kevin les corten las alas. Entre ellos está una religiosa, la Hna. Rogeria, que le hace una entrevista para presentarlo luego como rico, retrógrado con respecto a los países pobres y enemigo de los homosexuales.
Pat es nombrado cardenal y participa en las elecciones de Juan Pablo I y Juan Pablo II, en las que es presionado para elegir a un cardenal romano. El chantaje consiste en que si no lo hace se revelarán a un diario norteamericano todas sus aventuras amorosas, de las que una banda de ultraderechistas radicales tiene testimonios gráficos. Kevin y Ellen le salvan de esa mala hora, en una acción arriesgada y vibrante de tipo policíaco.
Greeley es un buen escritor, fácil para componer una trama interesante, de pluma rápida, de incursiones psicológicas en los personajes, fruto de su experiencia humana y pastoral. Su crítica es ácida y fue resentida por las autoridades eclesiásticas, que lo trataron de apartar de todo puesto de influencia sin lograrlo.
Julio 2013