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DIE BIENENHÜTERIN

Sue Monk Kidd

München, btb Verlag, 11ª Auflage, 2005, 338 S.

 

Ojalá que a la autora de esta bonita novela se le ocurriera darle continuación. Seguramente se lo habrán dicho muchos, y es que la breve historia de Lily Owens, que se desarrolla en el verano y otoño de 1964 en South Carolina, merece tener una prolongación. Se trata de una muchacha de 14 años, que ha huido de su casa por maltratos del padre. Su madre murió diez años antes, cuando en una discusión de la madre con el padre cayó un arma al suelo; la pequeña la levantó y se oyó después una explosión. Lily tiene un vago recuerdo del suceso y siempre le dijo su padre que Deborah, la madre, la había abandonado, y ese recuerdo le atormenta todo el tiempo.

En la casa trabaja Rosaleen, una negra, la única que le da cariño a Lily. Rosaleen quiere inscribirse en el registro para ejercer su derecho de voto, pero unos blancos racistas la golpean después de que ella les escupe a los pies. Rosaleen va a la cárcel, y luego al hospital por sus heridas, de donde la saca Lily engañando al cuidador. Huyen ambas de la casa paterna en dirección a Tiburón, un pequeño poblado del que Lily sólo conoce una imagen de una Virgen negra que su madre guardaba. Allá son acogidas por un trío de hermanas – Augusta, June y May – que tendrán gran relevancia en la vida de Lily, sobre todo Augusta. Esta valiosa mujer es la dueña de un extenso complejo de colmenas y enseña a la recién llegada a trabajar en ellas. Lily encuentra calor, protección en su nuevo hogar, como las abejas lo encuentran en su propia colmena. Por eso el título de la novela, “La cuidadora de abejas”, se refiere a la cuidadora Augusta, que vela por los animalitos así como por Lily.

Lily se enamora de un muchacho de color, Zach, que trabaja en las colmenas y quiere llegar a ser abogado. Él también quiere mucho a Lily, pero pone distancia con ella debido al color de su piel. La adolescente, que había mentido al llegar a la casa de las hermanas, inventando una historia que justificase su aparición allí, descubre a Augusta su corazón y se encuentra con sorpresa que ella conocía su historia, ya que trabajó en casa de la madre siendo Deborah niña, a quien Lily se le parece muchísimo.

La historia termina cuando T. Ray, el padre de Lily, descubre su paradero por una llamada telefónica; va a Tiburón y quiere llevársela por la fuerza, pero es convencido por las hermanas para que la deje con ellas. Interesante es el papel que juega la talla de una virgen negra, a quien veneran las hermanas, que han formado una especie de cofradía donde rezan el rosario y festejan la Asunción de María el 15 de agosto, aunque no son católicas. Todas recurren a ella para que las bendiga y les dé su protección.

La novela muestra muy bien los cambios en una muchacha adolescente, sus ensoñaciones, su necesidad urgente de cariño y de atención, su facilidad de adaptación, su capacidad de aprendizaje. Muestra también el racismo vigente en aquellos años en Estados Unidos y en contra de ese racismo muestra cómo las razas pueden entenderse y quererse. Es una novela de la que se han vendido más de 5 millones de ejemplares y que estuvo en la lista de bestsellers del New York Times durante más de dos años. Luego fue puesta en película con gran éxito.

Noviembre 2013

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