Lima, Editorial Planeta Perú, 2014 (orig. 1997), 127 p.
Más que una novela, parece un relato autobiográfico, en el que el autor persigue el recuerdo de una adolescente judía francesa en tiempo de la ocupación nazi, con menudencia de detalles que entroncan con su propia historia vivida veinte años después. También él es de padre francés, también él se escapó una vez de casa, con la diferencia que la escapada de la judía la llevó a los campos de concentración y a la muerte. El mismo barrio de París, las mismas calles, pero no los mismos edificios, porque la mayoría sucumbieron a la piqueta en aras de la modernidad. Modiano reconstruye con obsesión la historia de la adolescente, investiga en archivos, interroga a supervivientes, imagina, recorre calles y avenidas, compara, emparenta con recuerdos parecidos propios y ajenos. El resultado es que el lector sigue a Dora Bruder en sus silenciosas peripecias que tantos y tantos miles de judíos sufrieron en aquellos años de la espantosa persecución nazi. Porque eso es en el fondo esta novela, un alegato histórico en contra de la barbarie humana, de la sinrazón de una ideología racista que ha constituido la mayor vergüenza de la historia humana. Un alegado también contra el colaboracionismo de tantos franceses que facilitaron la brutalidad de los nazis.
Modiano, Premio Nobel de Literatura del 2014, escribe un relato con frases brevísimas, a veces de una sola palabra, chispazos y fogonazos que sirven para recrear un paisaje y para alumbrar el mundo interior de los personajes. “Estilo contenido, de brevedad y exactitud estremecedoras… Es Modiano en la cumbre de su narrativa”, así lo describe Adolfo García Ortega, el prologuista de esta breve novela que se lee de un tirón.
Febrero 2015
