En Sin categoría
Califica esta reseña
Gracias

LOS BUDDENBROOK

Thomas Mann

Barcelona, Edhasa, 5ª reimpr. 2013 (orig. 1901), 884 p.

 

Esta gran novela del premio nobel Thomas Mann, publicada a comienzos del siglo XX, tiene como título en alemán: “Buddenbrooks. Verfall einer Familie”, la decadencia de una familia. En español la traducción olvidó el subtítulo, y creo que hizo bien, porque no es la decadencia, sino la historia completa de una familia poderosa del norte de Alemania, que se extiende desde 1768 hasta finales del siglo XIX, aunque es verdad que la parte final de esta extensa novela pinta con cuadros dramáticos la decadencia de la familia. Son grandes comerciantes, que saben comprar y vender en el momento oportuno las producciones agrícolas en grandes cifras, sobre todo cereales. Como toda familia rica, tienen sus detractores envidiosos y sus aduladores aprovechados, con los que se relacionan de acuerdo a lo que les conviene.

Los protagonistas principales son Thomas Buddenbrook, cuarto descendiente del fundador de la casa comercial, que llega a ser senador de su ciudad, y Antonie, su hermana, Tony en la novela. Ambos buscan el prestigio de su familia, que sea la mejor, la más nombrada, la más rica, pero lo buscan de manera diferente: Tom lo hace a través de incrementar la gran fortuna de su familia por medio de las transacciones comerciales. Aspira a ser reconocido, lleva siempre ropa cara y de moda, habla bien y logra llegar a senador. Tony, la hermana, busca el reconocimiento del prestigio familiar por medio del esplendor y boato de las fiestas que organiza la familia, por los vestidos que ella exhibe, por los saludos correspondidos o negados. Pero ella tiene mala suerte con el matrimonio: se casa dos veces y dos se divorcia. Al primer matrimonio la impelió su padre, que fue engañado por el futuro esposo, que aparentaba una gran fortuna; el segundo fracasó por falta de entendimiento entre un hombre sin ambiciones y Tony, que siempre buscaba ascender más alto. Del primer matrimonio tuvo una hija, Erika, en la que ella proyecta sus propios anhelos y frustraciones.

Tom se casa con Gerda, a la que sólo le interesa la música, pues toca muy bien el violín. Tienen un hijo, Johann, a quien llaman familiarmente Hanno, reconcentrado y tímido, pero que hereda y supera las cualidades musicales de la madre. Le pone como educador un profesor de primera, que entiende el talento del niño. Thomas Mann aprovecha este personaje para desplegar su propia sensibilidad y conocimientos musicales. Hanno es un niño que vive en otro mundo, que sólo tiene un amigo, que aborrece el mundo de los adultos. Su muerte será pronta e inesperada.

Otro personaje de importancia es Christian, hermano de Tom y Tony, que huye del trabajo como de la peste; un hombre gracioso, que sabe hacer reír, pero en el fondo es despreciado por todos. Es un paranoico, que inventa sus propias enfermedades y se las cree. Sus discusiones con el hermano mayor son de antología.

En eso es muy hábil Thomas Mann, en ahondar en la psicología de sus personajes, a los que describe con toda minuciosidad, algo muy notable en un autor que apenas tiene 25 años cuando escribe esta novela. A veces resulta repetitivo en esas descripciones, así como en el detalle muy minucioso de los ropajes, el mueblaje de los salones, los gestos y caras de los personajes, algunos descritos con mucha ironía.

En definitiva, una gran novela, que en el fondo quiere criticar a la burguesía de su país, a ese esfuerzo por destacar por encima de todos, a ese querer ser reconocido, a esa vanidad que concluye con la muerte de cada uno de ellos, descrita con todo detalle como diciendo: Sic transit gloria mundi…

Zaragoza, agosto 2015

Publicaciones recientes

Deja un comentario