Barcelona, Random House Mondadori, 2002, 607 p.
Novela de mucha imaginación, mezcla de novela policíaca, de aventuras, de ciencia y de ficción de un pasado misterioso. Un grupo nazi sin escrúpulos para matar se enfrenta a los descubridores de hallazgos arqueológicos de fechas remotísimas, pertenecientes a una civilización muy adelantada que se extinguió en el séptimo milenio antes de Cristo. ¿Por qué no quieren que se descubran esos hallazgos tan antiguos? ¿Encierran la clave del dominio del mundo que los nazis pretendieron con Hitler? Una calavera de obsidiana negra resalta por su perfección entre los hallazgos. Quienes descubren todo el entramado de ese grupo son los miembros de una agencia oficial norteamericana, la NUMA, que han sido los exploradores de una antigua mina en Colorado y de una isla perdida, Saint Paul, cerca de la Antártida. Pero no descubren sólo objetos sino ¡cadáveres momificados desde hace miles de años en estado perfecto! Se instala una guerra sorda e invisible entre la agencia estatal y el grupo nazi, que tiene su sede en la Argentina desde finales de la segunda guerra mundial, y que dicen ser sucesores y depositarios de la antigua civilización. Esa antigua civilización – los amenes – fueron víctimas de una catástrofe astronómica, cuando un cometa chocó con la Tierra hacia el año 7.000 a.C., pero dejaron señaladas en seis cavernas cuándo volverá de nuevo a ocurrir una catástrofe semejante. Sólo el grupo neonazi, de nombre secreto Nuevo Destino, también conocido como Cuarto Imperio, sobrevivirá, porque son seres perfectos y llevan 50 años preparándose para el evento. Fundaron una empresa gigantesca, Destiny Enterprises, y construyeron barcos descomunales para sobrevivir en ellos cuando llegue la colisión astronómica.
Las habilidades de Dirk Pitt son de leyenda: él va descubriendo todo, las sedes de la empresa, su desarrollo, su ejército; él se atreve a enfrentarse prácticamente solo contra todos; él evita la muerte infinidad de veces en el último momento de manera inverosímil, con habilidades fuera de toda previsión. Su osadía, su suerte, sus salvadoras ocurrencias de último momento hacen de él un Indiana Jones del mar. Al Giordino, un hombre fuerte y no menos arriesgado que él, le acompaña en las aventuras. Se enfrentan solos a patrullas de muchos hombres, a helicópteros con misiles, y siempre vencen. Llega un momento en la lectura que uno se cansa de tanta irrealidad. Ellos descubren que lo que los nazis pronostican no es el choque de un cometa contra la Tierra, sino una catástrofe que ellos han preparado: la separación en la Antártida de la banquisa Ross, que provocará inundaciones y terremotos como los ocurridos hace miles de años y que cambiaron la faz de la Tierra. Pitt y Giordino lo evitan en el último momento y se convierten en héroes que han salvado de perecer a toda la humanidad.
Cussler tiene una gran habilidad en terminar cada capítulo con una frase intrigante que obliga a leer. Anuncia que algo terrible pasará, que alguien ha descubierto un secreto, que el protagonista está en peligro. ¿Por qué? Hay que seguir leyendo y la historia siguiente no defrauda.
Febrero 2016