Bogotá, Editorial Planeta Colombiana, 2012, 237 p.
Javier Moro nos ofrece un gran escrito, que no es una novela, sino un testimonio vivo de la lucha de los discapacitados por sobrevivir en un mundo hostil. Javier Moro es sobrino de Dominique Lapierre y se educó en el Liceo Francés de Madrid. Viajó por todo el mundo con su padre, ejecutivo de TWA. Sus excelentes novelas son de denuncia histórica, y revelan situaciones ignoradas por el lector europeo: Las montañas de Buda, contra la destrucción del Tibet por los comunistas chinos; Senderos de libertad, contra la explotación de los trabajadores del caucho en el norte brasileño. En El pie de Jaipur hay también denuncias, por ejemplo una inesperada: cómo Cruz Roja Internacional se negó durante muchos años con diversas excusas a admitir prótesis fabricadas por gente sencilla y necesitada. Pero eso es secundario. Mucho más importante es el testimonio de Song Tak, uno de los protagonistas, de origen camboyano, sobre el horror que resultó el mandato en los años 70 de los Jemeres Rojos, mucho más asesinos para su país que Hitler para los judíos. En Occidente desconocemos esos hechos terribles.
El protagonista principal es Christopher Roux, joven francés con brillante porvenir y una preciosa novia, y que se convierte en tetrapléjico al caerse de un trampolín. Su vida cambia radicalmente, comprende el dolor desde dentro, el dolor físico y sobre todo la incertidumbre de si podrá algún día volver a caminar y servirse de sus manos. Se somete a varias operaciones novedosas y logra recuperarse después de varios años, tanto, que participa en las Olimpíadas de Barcelona de 1992 en la modalidad de discapacitados. Pero el camino hasta llegar a ese logro está lleno de dudas, de intentos de renuncia, de pensamientos de suicidio. Le ayuda mucho el doctor Allieu, que es el inventor de las nuevas operaciones que llegan a tener éxito en su paciente y amigo, y que se convierte en su mejor ayuda para salir del pesimismo.
Otras muchas figuras pasan por este recorrido vital: su antigua novia Mathilde, que sigue fiel a él años después del accidente, pero que termina por separarse a ruegos de Christophe; su madre Marie Claire, que le acompaña al pie de la cama en todo momento; la enfermera Françoise de quien se enamora; Chu, el primo de Song, que ha perdido sus raíces camboyanas y se ha hecho norteamericano total… toda una galería de personajes, que Javier Moro aprovecha para reflejar mundos y culturas diferentes, bastante ajenos unos de otros.
El título del libro se debe a una pequeña ciudad de Camboya, donde inventan piezas ortopédicas más baratas y mejor acomodadas a la cultura oriental. Como dice la contraportada, este libro presenta “un combate que es una lección de esperanza, que arroja luz sobre la sorprendente capacidad de los seres humanos para sobrevivir y hacer frente a la adversidad extrema”.
Marzo 2016