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IDA Y VUELTA DE LA UTOPÍA

Héctor Rodríguez Bauza

Caracas, Editorial Punto, 2015, 367 p.

 

Llama la atención la portada del libro, gran acierto. Un par de botas rojas cuelga de la hoz y el martillo, símbolo del comunismo, como diciendo: “colgué las botas”, hasta aquí llegué. Y es que el autor, personaje muy importante en la historia del Partido Comunista Venezolano, se fue desencantando del marxismo y del comunismo a medida que conocía cómo el comunismo actuaba. Se enteró de las atrocidades de Stalin sólo después de la muerte del dictador y fue distanciándose poco a poco de los partidos comunistas europeos, rígidos y estereotipados, a excepción del italiano, en donde vio capacidad de discusión ideológica. La actuación de Chávez en el poder terminó de convencerle de que ese no es el camino para la utopía que abrazó de joven, muy entusiasmado con sus lecturas de Marx, Engels y Lenin.

Estuvo 11 años al frente de la juventud comunista de Caracas y luego de todo el país hasta 1959. Pasó después a la dirigencia del partido como secretario nacional y en esa condición sufrió persecución, cárcel y exilio. Los tiempos de Pérez Jiménez fueron los de mayor persecución y hay que ver cómo describe las torturas de la cárcel de Guasina (pp. 348-9); me hizo recordar las descripciones de las torturas de la Lubianka de Stalin, que Julia Navarro describe en su novela Dime quién soy. Pero Bauza fue espiado, perseguido, encarcelado durante 4 años y tres meses, y después exiliado en tiempos de Betancourt y Leoni, sobre todo porque el PCV – equivocadamente a su juicio – decidió entrar en la lucha de guerrillas a ejemplo y con el apoyo de Cuba, algo con lo que Bauza no estaba de acuerdo. Analiza los primeros meses de la revolución cubana, cuando Fidel Castro todavía no se había declarado socialista, ni menos comunista. En esa revolución inicial cabían todos los que se oponían a Batista, pero luego Castro fue eliminando a todos los que le hacían sombra.

Rodríguez Bauza asistió a varios congresos internacionales del comunismo y con ese motivo conoció muchos países y ciudades que le maravillaron, sobre todo Praga. Estuvo en Italia, Francia, Suiza, Alemania, Checoslovaquia, Rusia, China. En estas memorias nombra a cuanto comunista o adeco de izquierdas era famoso, como Antonio Estévez, el gran director de orquesta, Gustavo Machado, Jesús Faría, José Rafael Núñez Tenorio, Arístides Bastidas, Pompeyo Márquez, Teodoro Petkoff, Fabricio Ojeda, Jesús Sanoja Hernández, Antonio y Guillermo García Ponce, Ramón Melinkof, José Agustín Catalá. Con ellos tuvo trato y amistad, aunque también discrepancias que no fueron a mayores.

En 1963 comienza su distanciamiento del comunismo. “En ese entonces era bastante tímido en mis apreciaciones y predominaba en mí la búsqueda de justificaciones a lo que sucedía en el mundo socialista. No iba a la raíz de los problemas y mi análisis carecía de profundidad. Si bien sabía de algunas críticas y opiniones divergentes de partidos comunistas como el italiano y de personalidades distinguidas del movimiento comunista, ninguna de ellas llegaba al límite de negar la validez del socialismo existente, como sucedió después cuando surge el eurocomunismo”. (pp. 292-3)

Un resumen breve de su vida nos lo proporciona Iván Márquez en https://talcualdigital.com/fallecio-hector-rodriguez-bauza/

“Hoy martes 14 de agosto 2018 falleció Héctor Rodríguez Bauza, cuando estaba próximo a cumplir 88 años. Nacido en Juan Griego, Héctor fue un actor silencioso de la historia política contemporánea del país. Figura destacada en la lucha contra la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, era uno de los últimos integrantes que quedaba vivo de la dirección política del PCV en la clandestinidad que implementó una política unitaria que dio al traste con el régimen militar despótico; activo participante en la construcción de la Junta Patriótica y miembro del Frente Universitario de 1957 en representación de la Juventud Comunista. Le correspondió participar en importantes decisiones políticas y universitarias en los activos días posteriores al 23 de enero de 1958. Fue cofundador del Movimiento al Socialismo, severo crítico de lo que consideró desviaciones políticas en este partido.”

Una figura, pues, de la historia reciente venezolana, que siempre luchó por una sociedad mejor y supo cambiar de ideología cuando vio las atrocidades de los regímenes comunistas.

Julio 2020

 

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