LA IMPORTANCIA DE NO ENTENDERLO TODO
Grace Paley
CírculoDeTiza/Imprenta Kadmos, 2016, 235 p.
Esta escritora neoyorquina narra en esta especie de autobiografía sucesos acontecidos en su extensa vida, que fueron publicados en forma de artículos, conferencias, cuentos cortos. Hija tardía de inmigrantes judíos rusos, que huyeron del zarismo a principios del siglo XX por sus ideas socialistas, estuvo atenta a cuanto acontecía en el Bronx y se sumó a cuanto movimiento de avanzada surgía en su adolescencia y juventud. Fue feminista, proabortista, socialista, estuvo encarcelada por protestar contra la guerra de Vietnam (una sentada con otras mujeres para impedir un desfile militar). Se la veía como poco femenina, muy salida de tono. Por ejemplo, adoptó el apellido de su primer marido, del que se divorció después de tener dos hijos con él. Escritora de narraciones cortas, que fueron publicadas al principio con dificultad y más tarde con gran éxito. Sus temas fueron los choques y problemas de raza, género y clase social, agudos siempre en una sociedad que se autodenomina democrática. Las mujeres de sus narraciones huelen a cebolla, ajo y desinfectante.
Describe con detalle su viaje a Vietnam del Norte en apoyo a ese país y para alertar al lector sobre el disparate que significa esa guerra. Ciudades destruidas, campos arrasados por bombardeos estruendosos y, sobre todo, miles de niños que quedan huérfanos y son enviados a USA para que los adopten familias norteamericanas. Tiene la honradez de presentar una visión opuesta a la suya por parte de una directora de un centro de acogida de niños vietnamitas.
Grace se asocia en 1982 a la Declaración de Unidad de las mujeres en sus protestas contra el Pentágono. Es un artículo vibrante contra la energía nuclear aplicada a la construcción de bombas que pueden acabar varias veces la vida de la Tierra. Es una locura de los que mandan a la que hay que
oponerse con toda la energía posible. “El año pasado (1981) se llevó 157.000 millones de nuestros impuestos, 1.800 dólares de cada familia de cuatro miembros. Todo este dinero ha corrompido a nuestros científicos… Han convertido las tierras de los nativos americanos en basureros radiactivos para ampliar el espacio de almacenamiento nuclear.” (p. 117)
El gobierno de Bush trató de impedir por todos los medios que se informara sobre la guerra de Vietnam. La persecución a periodistas, la falta sistemática de información fue denunciada por Grace Paley y por muchas instituciones dentro del país, que con frecuencia fueron silenciadas. El largo capítulo de denuncia de estos excesos gubernamentales es impactante (pp. 180-202).
En el prólogo, su admiradora Elvira Lindo afirma que el inglés de Grace huele a yiddish y a ruso, y eso, unido al slang del Bronx, le da una originalidad desconcertante. Dice que este libro es una colección de “ensayos sobre la literatura y la política, la vida misma y el compromiso público, el activismo y el amor de madre”. Y la describe muy bien en su compleja personalidad cuando dice, “Y es, además, una escritora que no se parece a nadie. No hay ni habrá otra Grace Paley. La mejor escritora rusa en inglés, la voz de las calles judías del Bronx, la transmisora de las voces de sus antepasados y de las mujeres de su barrio, la habitante del West Village, una de las salvadoras de Washington Square, la madre que junto a otras madres escribió al Pentágono para pedir el cese de la escalada nuclear, la cronista que viajó a Vietnam, la optimista Grace”.
Enero 2021.